Av. Tumbes Norte 1230
+51 910 660 786

El rector y el alumno JOSÉ ANTONIO ENCINAS y JOSÉ MARÍA ARGUEDAS

El rector y el alumno JOSÉ ANTONIO ENCINAS y JOSÉ MARÍA ARGUEDAS

(…) En 1930, José Antonio Encinas escribía desde España a Luis E. Valcárcel:

«Usted sabe cuanto quiero a nuestra tierra y cuanto ansió serle útil. No me quedaría en Europa por todo el oro del mundo. Puedo en forma egoísta aceptar las tentadoras propuestas que aquí me ofrecen y dejar de pensar en el Perú, como otros que viven aquí libres de los innumerables peligros que ofrece la vida incierta de la política. Pero no dejaría por nada poder ser útil al indio, brindar mis alegatos a sus necesidades, ni dejar de velar por él. Este problema y el de la enseñanza en todos sus aspectos serán de necesaria dedicación de mi vida en el Perú» .

Y a ello vino cuando volvió en 1931 al Perú luego de seis años de destierro por haberse opuesto a la reelección de Leguía. Encinas regresa y es elegido nada menos que Rector de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, cargo que asume en abril de ese año. En agosto, José María Arguedas Altamirano, con veinte años de edad, ingresa a San Marcos para iniciar sus estudios de Licenciatura en Literatura.

Esa coincidencia terminaría en mayo de 1932, cuando Sánchez Cerro cierra la universidad disgustado por la reforma y modernización universitaria emprendida por Encinas y por las continuas movilizaciones estudiantiles. Al año siguiente, Encinas sería desterrado por el General Oscar Benavides, sucesor de Sánchez Cerro.

Se desconoce si en el corto tiempo en que coincidieron en San Marcos, Encinas y Arguedas hayan tenido alguna relación; pero sin duda no pudo pasar desapercibido para el joven estudiante la recia figura del rector reformista, su límpida trayectoria política, su propuesta educativa y por cierto su postura indigenista, difundida ya en 1930 a través de una carta pública en la cual anticipaba conceptos de su histórico libro “Un Ensayo de Escuela Nueva en el Perú” (1932).
“Si alguna misión tenemos que cumplir en el Perú, como ciudadanos y educadores, es sacar al indio de la dolorosa situación a la que el egoísmo y la incomprensión lo han llevado. Toda la acción de la Escuela, todo nuestro esfuerzo debe concurrir a ello… Conviene sí que, que pongamos en claro lo que entendemos por educar al indio…La educación del indio exige tierra propia. La tierra antes que la Escuela. La Escuela no puede preparar siervos. Su misión es libertar al indio. Esa libertad es antes que todo de orden económico…Esa labor significa fundirse en el indio, sentirse indio y vivir junto a él y asus intereses con una lealtad de apóstol”

En 1937, el destino une nuevamente los nombres de Encinas y Arguedas, cuando éste último cae preso junto con José Antonio Encinas del Pando, hijo del maestro puneño y compañero de estudios de Arguedas en San Marcos, quien había retornado a los claustros en 1936. Ambos, junto con otros 15 estudiantes, estuvieron detenidos por protestar ante la presencia en la Casona de San Marcos de un emisario del gobierno fascista de Italia.

La terrible experiencia de la prisión, en la cual estuvo por nueve meses, marcó hondamente a Arguedas quien luego escribiría la novela “El Sexto”. José Antonio Encinas Pando, recordaría años más tarde el trance en que conoció al escritor.

“Por lo demás, las celdas estaban sobre pobladas, con pisos de cemento…sólo con tazas de toilet, sin lavabos ni catre, aunque con colchones hinchados de pulgas…había tres metros cuadrados por preso y éramos quince. Allí conocí a José María Arguedas, quien escribiría un libro sobre esta vergonzosa cárcel…”

En el Sexto, Arguedas también tuvo oportunidad de hacer amistad con Leopoldo Cuentas Bedregal, puneño de la provincia de Huancané. Con afecto el escritor lo llamaba “Suchi”, nombre de un pequeño pez del lago Titicaca

“Cuando vengas leerás una carta que me ha escrito el “Suchi” Cuentas de Puno. Me llegó uno de esos días feos como hoy; y esa carta me curo por varios días. Es una carta llena de ese idealismo nuestro, de la misma pureza de las tuyas, de esa humana poesía; pero como tienen ternura de serrano, amistad de serrano, más mía, más de mi sangre y mi tierra, me conmovió…El “Suchi” es un gran muchacho…”

Yanapiri

-Referencia del texto publicado:
Publicado por yanapiri. joseportugalcatacora.blogspot.com

-Referencia de la imagen publicada:
José María Arguedas, Celia Bustamante y José Antonio Encinas.
Foto publicada en “Nosotros los Maestros” de Wilfredo Kapsoli. Derrama Magisterial, Lima, 2011. Probablemente corresponde a su encuentro en el Congreso Indigenista Interamericano, en México en 1940. Encinas estuvo fuera del Perú entre 1933 y 1944.

-Fuente del texto e imagen publicados:
https://joseportugalcatacora.blogspot.com/2013/05/encinas-y-arguedas-i.html

Related Posts
Leave a Reply

Your email address will not be published.Required fields are marked *